Los padres nos enfrentamos todos los días al reto de educar a nuestros hijos. Queremos brindarles los recursos para que sean felices e independientes. De esta forma, empezamos nuestra búsqueda para ser los mejores padres: leemos, acudimos a charlas y observamos como lo hacen personas que admiramos.

Nos creamos una serie de ideas de “cómo deberían ser las cosas”, generando expectativas que comienzan a producir frustración, culpa y vergüenza, cuando no se alcanzan. Aparecen las preocupaciones, el miedo y activamos nuestro sistema de alarma. Esto, sumado el estrés y las obligaciones de cada día, favorece el conflicto y el enfrentamiento permanente en la familia.

El MSC (Mindful Self Compassion), es un programa que nos enseña a volver a conectar con nosotros mismos y con las emociones que sentimos en medio de una situación dolorosa; a hablarnos con amabilidad para tener la fuerza necesaria de realizar cambios y transmitir a nuestros hijos los valores que nos movilizan.

En el MSC se trabaja desde tres aspectos nucleares:

• Dejar la auto-crítica para pasar a la bondad amorosa como motor del cambio.
• Darnos cuenta de lo que sucede a través de la práctica de mindfulness.
• Ser conscientes que todos sufrimos y no estamos solos (humanidad comartida).

La amplia investigación alrededor de la práctica autocompasiva, demuestra que está fuertemente asociada con el bienestar emocional, menor ansiedad, depresión y estrés, el mantenimiento de hábitos saludables y la satisfacción en las relaciones personales.